¿Quién no ha jugado alguna vez a ser un personaje de ficción o una mamá que cuida un bebé o que cocina, o a conducir una ambulancia imaginaria? Este tipo de juegos, mayormente de imitación de la realidad se conocen como Juegos Simbólicos.
Alrededor del año y medio o dos años de edad, los niños empiezan a imaginar que son otras personas, o que cualquier objeto hace la función de otro. Por ejemplo, una cajita de cerillas puede ser: un coche, un teléfono, una mesilla para la muñeca, un monedero, una pieza de construcción, un móvil... incluso un muñeco, como vi hace poco en Art Attack:
(Click en la imagen para ver cómo se hace)
Al realizar estos juegos, se desarrolla en ellos el sentido de la representación, que será muy importante para que en el futuro, pueda adquirir conocimientos, memorizar, comprender problemas matemáticos, entender mejor las estructuras de otros idiomas, etc. Además, mediante el juego simbólico, los niños pueden enseñar sus miedos, sus fobias y angustias, por lo que si les prestamos atención, podemos ayudarles a superarlas. Para saber más sobre el tema os recomiendo que leáis al famoso psicólogo infantil
Piaget (clik aquí para saber más).