Los bebés no aprenden a hablar hasta cerca de los dos años de edad, no porque no sepan hacerlo, sino porque no pueden, ya que sus cuerdas vocales no están hasta ese momento lo suficientemente formadas o desarrolladas para emitir los mismos sonidos que nosotros los adultos hacemos.
Pero lo cierto es, que desde el nacimiento, los bebés se comunican con nosotros por otros medios, utilizan el llanto, más tarde la sonrisa social, los gritos, después balbucean... quieren comunicarse con nosotros de la mejor forma posible aunque todavía no puedan hablarnos.
Alrededor de los 6 meses de edad, nuestros bebés ya adquieren una mayor destreza manual que hasta entonces. Vemos que pueden agarrar objetos con los dedos, que empiezan a señalar, que hacen palmas... este es el momento perfecto para que empiecen a signar, aunque a "ver" los signos puedan empezar desde el nacimiento.
Se sabe que los bebés sordos u oyentes, hijos de padres sordos, se comunican mucho antes con sus padres que los hijos de padres oyentes, por medio del lenguaje de signos.
Mamá y bebé signando "comer"
Si enseñamos el lenguaje de signos a nuestros bebés, aunque padres e hijos sean oyentes, les ayudaremos a expresarse, y se reducirán los llantos incomprendidos. Podremos saber sin complicaciones qué les pasa, si les duele algo, si tienen frío o calor, si tienen hambre o sed, si quieren que les cambiemos el pañal, si están aburridos y desean salir a la calle a dar un paseo... ¿os imagináis a vuestros bebés de 6 meses en adelante comunicándose con vosotros mediante signos?